En 1994 la prensa nacional dio a conocer la vinculación entre los proyectos Pumalín y Melimoyu y se organizó una inmensa campaña de desinformación que tenía como finalidad expulsar a Douglas Tompkins de Chile. Ante esta dificultad, Douglas Tompkins y Carlos Cuevas se unieron para trabajar durante 15 años en la creación de los parques nacionales Corcovado y Pumalín. Recorrieron el inexplorado e inhóspito territorio de la Patagonia Noroeste por aire, mar y tierra en una aventura que incluyó accidentes como aterrizajes forzosos, naufragios, extravíos en el bosque y caídas.
En ese período, la Patagonia chilena pasó de ser un sitio desconocido, que solo era vista por el resto de los chilenos desde el punto de vista de la soberanía nacional, a ser un lugar reconocido a nivel mundial como una de las grandes reservas de vida y reservas climáticas del planeta.